La diabetes es una enfermedad con una alta prevalencia en la población de nuestro país y en la población mundial. Su presencia y mal control contribuyen a la aparición de una serie de patologías que afectan todo el organismo. Los ojos son uno de los proncipales órganos afectados por la diabetes e incluso puede predecir daño en otras estructuras como el riñón cuando ésto no ha sido detectado.
La retinopatía diabética se caracteriza por el crecimiento anormal de vasos sanguíneos y tejido fibroso (cicatrizal) en la retina como respuesta a la mala oxigenación que sufre la misma gracias a los cambios vasculares generados por la diabetes. Inicia simplemente con la aparición de microhemorragias en la retina y puede evolucionar a la proliferación fibrovascular que si no es tratada a tiempo desencadena en tracciones retinianas, desprendimientos intratables de retina, glaucoma neovascular y ceguera.
Los pacientes diabéticos en el momento de su diagnóstico, suelen llevar ya algunos años con la enfermedad sin haberse dado cuenta